500 granaderos se apostaron desde temprano en el tramo poniente de Diagonal de San Antonio para vigilar el inicio de las obras del “retorno” de la nueva linea del Metrobus que cruza por la colonia Narvarte.
El dia de ayer y de manera sorpresiva para las autoridades del GDF los vecinos resistieron activamente el inicio de las obras, impidiendo que los operadores de los trascabos profundizaran los glpes al asfalto. Fueron necesarias grúas, dos helicoperos y una presencia fuerte de uniformados (200) para contener la rabia y la indignación de los vecinos ante la abierta imposición de un paradero del Metrobus en plena via publica y en una zona habitacional.
El llamado “retorno”, no es otra cosa que un estacionamiento de autobuses al aire libre que se alinearan en diagonal de San Antonio dia y noche, a unos cuantos metros de edificios , casas y locales, es decir no es un paradero como tal, sino, como se conoce en la glorieta de insurgentes, un estacionamiento gratuito que ahorrara dinero y gastos de logística a la empresa operadora de este medio de transporte, en detrimento de la calidad de vida local que incluye un constante daño ecológico en la zona aledaña debido a la contaminación que generan estos buses en su operación cotidiana.
Lo que mas llama la atención y por supuesto, la indignación general de los vecinos de Narvarte, es la abierta imposición de estas obras, a pesar de todos los discursos y demagogia del GDF, instancia que en este año 2010 a firmado acuerdos como la llamada Carta por el Derecho a la Ciudad, en la que se exponen los intereses civiles, vecinales y locales, por encima del interes empresarial. Actos y pactos de la actual izquierda capitalista del DF que se contradicen con el actuar alevoso de estas mismas autoridades, que han promovido también la construcción dela llamada Supervia Poniente, que no es otra cosa que una mini carretera particular de cuota que se ha intentado imponer a la fuerza en la Magdalena Contreras, afortunadamente la organización de los vecinos logro convertir este caso en uno de los de mayor resonancia en cuanto a resistencia ecologica y civil se refiere, para hacer frente a a la ambicion recaudatoria de Marcelo Ebrard rumbo al 2012.
Desde el mes de noviembre en el tramo oriente de Narvarte fueron puestos señalamientos y lineas de trazado para comenzar la construcción de el paradero del Metrobus, lo que motivo la organización y resistencia activa de los vecinos, quienes llevaron a cabo una guardia de 24 horas en la calle durante semanas y recurrieron a diversa tácticas para impedir la imposición del paradero, hoy con la fuerza represiva por delante, el GDF deja de lado toda formalidad y derechos, para consumar un atropello mas contra la ciudadanía, de manera fáctica y agresiva.
Al momento los vecinos han sido llamados a una “negociación” de las condiciones debido al impacto mediático que esta teniendo el caso en la radio y la televisión comerciales, pero estos argumentan “Que vamos a negociar si por la vía de los hechos las obras han comenzado y no podemos hacer nada con 500 granaderos rodeándonos” Por lo pronto ya se sienten los rebotes en el asfalto que provocan los trascabos, y que acabaran finalmente por dañar las estructuras de los edificios cercanos (en su mayoria contrucciones de los años 40s y 50s) y el ruido contundente que pone fin a la tranquilidad con la que acostumbraban vivir los vecinos de la Narvarte Poniente.
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