Perù: Amèrica Latina vuelve a sangrar


Informacion Extraida de Perù es Babel

Gobierno confirma que hay 11 policías muertos y solo reconoce el deceso de tres civiles, pero alcalde de Bagua y Perú.21 confirman al menos 16 decesos.

Autor: Mariella Sausa / Mijail Palacios (Con los reportes de Miguel Mejía )

La guerra estaba anunciada y el saldo fue fatal. En el peor disturbio presentado en la historia de la Amazonía peruana, 11 policías y al menos 16 civiles murieron, mientras que más de 100 personas resultaron heridas, debido a los graves enfrentamientos registrados entre las

Gobierno confirma que hay 11 policías muertos y solo reconoce el deceso de tres civiles, pero alcalde de Bagua y Perú.21 confirman al menos 16 decesos.

Autor: Mariella Sausa / Mijail Palacios (Con los reportes de Miguel Mejía )

La guerra estaba anunciada y el saldo fue fatal. En el peor disturbio presentado en la historia de la Amazonía peruana, 11 policías y al menos 16 civiles murieron, mientras que más de 100 personas resultaron heridas, debido a los graves enfrentamientos registrados entre las comunidades indígenas y la Policía durante el desalojo de la carretera Fernando Belaunde, en Bagua (Amazonas). Sin embargo, la cifra de muertos podría ser mayor pues Perú.21 pudo comprobar que, hasta el cierre de la presente edición, personal del Ministerio de Salud y los propios comuneros de la zona seguían hallando cadáveres en plena carretera.

Aunque el Gobierno solo haya reconocido tres civiles muertos y los voceros indígenas hablan de 27 bajas entre sus miembros, el alcalde de Bagua, Luis Núñez Terán, informó a este diario que los enfrentamientos entre la Policía Nacional y los nativos, en la zona denominada la Curva del Diablo, dejaron como saldo la muerte de 11 civiles. Además, este diario fue testigo del hallazgo de cinco cadáveres degollados y quemados en plena carretera, los cuales fueron reunidos en una tienda de campaña instalada en la vía. Uno de ellos, con corte militar, presentaba dos heridas de lanza en la cara y en el torso, pero ningún impacto de bala, por lo que se presume que se trataría de un policía que fue atacado por los indígenas.

Comuneros de la zona denunciaron además que habría más nativos muertos en los cerros y en los barrancos, pero que estos fueron escondidos por los agentes policiales. “Hay cadáveres en el cerro Curva del Diablo, del caserío Siempre Viva, pero no nos dejan sacarlos y dicen que los estarían quemando”, afirmó el dirigente awajún Zebelio Kayap. Sin embargo, esa versión fue rechazada por la Policía.

LOS HECHOS. Según la radio La Voz de Utcubamba, los sucesos empezaron a las 5 de la madrugada de ayer, cuando la Policía trató de despejar la carretera que estaba tomada por unos 2,000 nativos desde hace 57 días, en el marco de la huelga para exigir que se deroguen una serie de decretos que consideran perjudiciales a sus territorios. En ese momento, 10 helicópteros arribaron a la zona y comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas por espacio de 30 minutos, luego de lo cual comenzó el tiroteo. Inmediatamente, se corrió la noticia de que los huelguistas dispararon contra un helicóptero de la Dinoes que sobrevolaba la carretera entre los kilómetros 200 y 202, lo que ocasionó el fallecimiento del suboficial José Antonio Vilela Morales por impactos de bala.

El director general de la Policía Nacional, José Sánchez Farfán, explicó que el tiroteo empezó luego de que los nativos robaron armas y fusiles AKM de un puesto policial ubicado en la vía y atacaron a los agentes cuando estos acudieron al cerro de la Curva del Diablo a fin de despejar el lugar. “Mil nativos aparecieron por los alrededores y dispararon contra los policías que se trasladaban por aire y por tierra. Nos recibieron a balazos”, manifestó.

Empero, la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), principal organizadora de la huelga amazónica, tiene otra versión, pues ellos señalan que la protesta pacífica de los nativos fue atacada de manera sorpresiva por cientos de efectivos de la Policía desde helicópteros y desde tierra, disparando balas y gases lacrimógenos a diestra y siniestra, y que ellos se defendieron, desatándose el enfrentamiento.

En todo caso, de acuerdo a lo observado por Perú.21, los varios muertos y las decenas de heridos de bala indican falencias en el plan de Inteligencia diseñado para esta operación.
El periodista de Bagua Harold Herrera señaló que, además de los balazos, los enfrentamientos fueron cuerpo a cuerpo y los nativos clavaron a los policías flechas en cuyas puntas colocaron un veneno mortal. Herrera también reportó que los policías atacados eran arrojados por los indígenas a los barrancos y a los ríos.

En tanto, los heridos fueron trasladados a hospitales del Ministerio de Salud y de Essalud, que colapsaron por la cantidad de lesionados que ingresaron a ambos nosocomios con exposición de órganos y heridas de bala. Ante la situación, la mayoría tuvo que ser amontonada en improvisadas colchonetas colocadas en el suelo.

QUEMAN LOCALES. Pero los desórdenes no solo se dieron en la carretera sino también en la ciudad de Bagua, donde los manifestantes apedrearon la comisaría local y las oficinas de la Fiscalía y de la presidencia subregional. Los revoltosos, además, incendiaron el local del Cofopri, la sede del Pronaa y del Partido Aprista Peruano, así como varios vehículos que estaban en la entrada de la ciudad.

En la comisaría de Bagua Grande, ante el acoso de los manifestantes, los efectivos del orden se vieron obligados a disparar bombas lacrimógenas contra la multitud desde los techos, pero, además, apuntaron sus armas para tratar de detener a la turba. El hecho enardeció más a la población, que respondió con piedras y balas.

En las calles de Bagua, la convulsión continuó hasta las 2 de la tarde, ocasionando graves enfrentamientos que también dejaron varios muertos y heridos. Mario Linares, jefe de Comunicaciones de la Red de Salud de Bagua, precisó que durante estos nuevos enfrentamientos entre los efectivos del orden y los nativos fallecieron el profesor identificado como Fermín Sabio, el estudiante Abel Ticlio (16) y el policía Julio César Valera. Los tres presentaban impactos de bala.

REHENES. Pese a que, en la tarde, efectivos de la Policía y del Ejército lograron restablecer el orden en la zona, cientos de indígenas molestos por los sucesos del día decidieron tomar como rehenes a un funcionario de la empresa Petroperú, identificado como Fernando Lizar Jorge, y a 38 policías que vigilaban una estación de producción de petróleo en la localidad de Imazita.

“Unas 2,000 personas permanecen dentro de la estación 6 de Petroperú y están preparadas para incendiarla si la Policía que llegó las ataca”, dijo el representante indígena Carlos Huamán a través de RPP. La información fue confirmada después por el premier Yehude Simon, quien agregó que los nativos amazónicos también amenazaron con quemar la estación petrolera del Oleoducto Norperuano.

Al cierre de esta edición, los ronderos de Jaén habían bloqueado tres tramos diferentes de la carretera de acceso a la ciudad de Bagua.

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