La exigencia sorpresiva y apresurada de visa a todos los mexicanos que visiten Canadá, y el muro de la muerte que construye EEUU en la frontera, muestran el verdadero rostro de la supuesta “sociedad” y “amistad” entre los tres países y el proceso de anexión que significa el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte. Mientras que las corporaciones norteamericanas se apoderan de nuestros recursos y explotan el trabajo de nuestra gente (en México, o como inmigrantes en EEUU y Canadá) y sus capitales y mercancías invaden nuestro territorio, a las personas les impiden el libre tránsito y la posibilidad de moverse por el territorio de Norteamérica con la facilidad que lo hace el dinero y los productos de consumo.
La destrucción de la economía mexicana producto del TLCAN ha expulsado a más del 10% de la población de nuestro país hacia EEUU y Canadá, buscan sobrevivir en tierras lejanas porque en México no hay empleo y la pobreza se agudiza. Los mexicanos seguirán emigrando mientras sigamos sufriendo el neocolonialismo y el dominio de las corporaciones norteamericanas, pero ahora al migrante se le criminaliza para poder abaratar aún más su mano de obra. En Canadá los trabajadores temporales sufren la negación de todos sus derechos y están sujetos al capricho del patrón.
La prepotencia del gobierno de Harper de imponer una visa, dando un plazo de 48 horas a los visitantes de Canda no tiene limites. Miles y miles de mexicanos, que ya habían pagado su boleto de avión y su viaje se vieron sujetos a la tortura de largas horas de espera, en tiempos de lluvia, a la desinformación y el maltrato por parte de la Embajada Canadiense en México. El criterio de selección de quienes se hacen “merecedores” de la visa es discriminatoria, racista y clasista: piden escrituras de propiedades, factura de automóvil, cuentas bancarias e inversiones en valores, “estructura familiar”, comprobante de viajes previos al extranjero, etc. O sea que solo los privilegiados tienen acceso a la visa y no toda la población mexicana.
Mientras desprecian y maltratan al pueblo mexicano, las corporaciones canadienses se han apoderado gracias a la flexibilización de las leyes de inversión extranjera derivada del TLCAN de las mejores minas de oro y plata de México. Mas del 70% de los proyectos mineros en México son de firmas canadienses. Mientras obtienen ganancias enormes, las comunidades donde se ubican, se empobrecen y sufren el deterioro del medio ambiente que provoca la rapaz explotación de las corporaciones canadienses. En 1996 la empresa canadiense Manhattan Mining derramo mil litros de cianuro en el arroyo El Venero en Chihuahua, en el ejido de Piedras Verdes, Chihuahua la empresa canadiense Glamis Ltd vertìo en 1996 altas concentraciones de cianuro en el cauce del río Urique, en la Mina San Xavier en el Cerro San Pedro, SLP, Metallica Rezurces y Glamis Gold Ltd, ambas canadienses, están dinamitando el cerro, empleando cianuro, contaminando los mantos freáticos y reprimiendo a la población que ha constituido un frente en defensa de su población. El Tratado de Libre Comercio ha sido muy ventajoso para Canadá entre enero de 1994 y la actualidad México ha sufrido un déficit de mas de 12, 500 millones de dólares y en los últimos 15 años de cada 12 dólares generados, 11 han sido para la economía canadiense y solo uno para México.
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