PREMEDITACION, ALEVOSIA Y VENTAJA
Por
Emmanuel D´Herrera Arizcorreta
I. Ir a visitar a los primos en Teotihuacan era una delicia, los grandes ahuehuetes y los esbeltos huejotes se agigantaban ante mi minucia infantil que chapoteaba en los límpidos canales. Un recuerdo apenas perceptible me queda de las moles de los templos, todavía mal descubiertos, y sin embargo el del sol siempre presente en los “veintes”…las monedas de 20 centavos disputaba encolada al “águila” un destino de 50%.
Pero mi enamoramiento de Teotihuacan vino cuando con mi grupo scout fui a prestar servicio en la ceremonia de llegada de la Antorcha Olímpica en septiembre de 1968. El fasto de los caballeros águila y sus plumajes, el atronar de los atabales y teponaxtles y el brillo de las antorchas en el mar de la oscuridad de las inmensas plazas de la ciudad de los dioses, me fascinó y me hizo imaginarme lo grandioso que debió ser esa cultura.
Prolongadas estancias en el extranjero alejaron mi relación con Teotihuacan, hasta que hace tres lustros me instalé en su valle. Hace 10 años tuve un hijo, cuyo cordón umbilical enterré en una pequeña oquedad en la cima de la pirámide de la luna, esperando que mi retoño se mantuviera fiel a su origen cultural.
II. El capitalismo salvaje, acompañado de consumismo y ansia de lucro, convirtió a la Ciudad “donde los hombres se vuelven dioses”, en la ciudad donde los “dioses se vuelven mercachifles, especuladores y agiotistas”.
A pesar de que en Agosto de 1988 se estableció mediante el decreto presidencial el estatuto más importante de zona de monumentos arqueológicos, Teotihuacan se ha visto invadida. Primero fue el del Club Mediterranée, inaugurado por López Portillo y su Secretario de Turismo, después la construcción del Hotel Quinto Sol que además de estar dentro del perímetro de la zona, afecto el puente llamado “del emperador”, del siglo XIX.
Mas reciente fue la construcción y operación de un aurrerá, también dentro de los límites de restricción de la zona arqueológica.
En los últimos de estos casos me puse al frente de movimientos reivindicativos del patrimonio Cultural Nacional y el respeto a la Zona de monumentos, contando con un amplísimo concenso de la comunidad intelectual y del pueblo en defensa de nuestro legado. Sin embargo, el poder del dinero, particularmente en el caso de Walt Mart, hizo doblegar a las autoridades del más alto nivel del país y los proyectos están funcionando.
Ahora el desafío es más directo, pues se ha practicado cerca de 7000 horadaciones en las estructuras de los templos para la instalación del espectáculo de luz y sonido, que afortunadamente está detenido, pero sin que se haya declarado su cancelación.
Paralelamente Walt Mart pretende ahora realizar un desarrollo estilo Disneyladia, naturalmente con su Vips, Portón y un vasto centro comercial, siempre dentro de la zona arqueológica.
III. Walt Mart es la empresa más grande del mundo, solo en México, el primero de sus mercados fuera de los Estados Unidos, opera cerca de 1700 puntos de venta entre Aurreras, Vips, Suburbias, SAM´S Club y superamas, corporativa de Wal manejada desde Bentonville, la hace en Arkansas, la hace gracias a apoyos políticos del más alto nivel de Washingtong, dispone de una enorme plataforma mercantil.
Una de las políticas de la empresa es evitar la formación de sindicatos entre sus trabajadores, permitiéndose explotarlos sin límite, en horarios extremos.
Por otro lado, la posición dominante que tiene Walt Mart le permite ejercer presiones descomunales sobre sus proveedores y contratistas, lo que sí, efectivamente puede permitirle dar precios más bajos, pone en aprietos a los productores, muy especialmente a los de bienes de consumo.
Otro de los arietes de la empresa es el crédito. El crédito de la tarjeta que otorga Walt Mart en su mayoría carece de respaldo de los acreedores, pero los abogados de confianza son inexorables cuando de recuperar las acreencias se trata: llaman a la medianoche, dejan recados intimidatorios con los patrones de los deudores y no escatiman esfuerzos legales para desaparecer a los no pagadores.
Quien después de leer sobre los alcances de Walt Mart en México y constatar donde quiera su presencia comercial, considere que es una empresa que contribuye sustancialmente al fisco, se equivoca, pues en el ejercicio pasado solo pago la friolera de $78.00, sí, setenta y ocho pesos por su operación global en nuestro país.
IV. Cada mexicano que acuda a comprar a Walt Mart y sus filiales, alimenta con su dinero al depredador extranjero, es preciso pues, despertar nuestra conciencia de consumidores responsables y dejar de consumir en Walt Mart
V. El 16 de mayo pasado hice explotar una lata de jumex con pólvora en Aurrera Teotihuacan, más un artefacto de hacer ruido que un arma de uso exclusivo del ejército, como se ha calificado por el Ministerio Público, naturalmente manipulado por la empresa “socialmente responsable”, que suspendió la operación de la tienda apenas unos minutos después del estallido, para seguir explotando los bolsillos de los clientes.
VI. Para acreditar un crimen, el juzgador requiere evidenciar que fue cometido con premeditación, alevosía y ventaja.
Mi premeditación está claramente acreditada en el apartado I de este documento, pero quiero ver que quien me juzgue califique mi acción como alevosa y ventajosa contra la empresa más grande del mundo.
Será mi gloria que se me considere un enemigo de Walt Mart de esa talla.
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