Pável Blanco Cabrera*
En febrero del 2006 en la mina Pasta de Conchos murieron 65 proletarios; algunos le llaman accidente, y eso salió en los medios; pero en realidad fue un crimen industrial
Cuando la sangre se derrama, cuando son tan vistosos los operativos represivos resulta imposible ocultarlos y entonces se les deforma, tergiversa o se les mutila. Así ocurre con importantes luchas como Atenco y Oaxaca, y así ocurre hoy en Pasta de Conchos.
Sabemos que en febrero del 2006 en la Mina 8 de Pasta de Conchos se produjo la muerte de 65 proletarios; algunos le llaman accidente, y eso es lo que se difundió en los medios de comunicación; vamos a llamarle como se debe: un crimen industrial provocado por la negligencia del Grupo México, propietario de Industria Minera México (IMMSA), un monopolio que es concesionario de la explotación de la minería en México y al que la lógica de la ganancia importa más que las medidas de seguridad laboral.
De los 65 fallecidos se rescataron los cuerpos solo de dos mineros, y a través de los medios de comunicación se difundió que el rescate era imposible puesto que los niveles de gas lo hacían irrealizable. Fue un anuncio de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social del Gobierno de Vicente Fox, e inmediatamente se suspendieron las tareas, desalojando a los familiares y demás trabajadores. Se sello la mina y se procedió a la operación de siempre, la del olvido.
Toneladas de olvido sumadas a las toneladas de escombro para ocultar la responsabilidad del monopolio.
No contabilizaron la dignidad de viudas y familiares que persistirían en el objetivo de rescatar los cuerpos de sus deudos, demostrando que fue un crimen y exigiendo el castigo a los culpables, para que nunca más ocurra una tragedia de estas características.
Algunas de ellas confiaron aún en el camino de las instituciones, acudieron a la Cámara de Diputados, a los organismos de derechos humanos, a organismos internacionales; en todos ellos la respuesta fue la misma: protección de los intereses del Grupo México.
Otro grupo de familiares no confiaron en los de arriba, que siempre mienten y decidieron acercarse a un movimiento nacional que en 2006 mostro que existía otro México, rebelde y digno: La Otra campaña, que nació como una de las iniciativas que se despliegan alrededor de La Sexta Declaración de la Selva Lacandona, del EZLN, lanzada en junio del 2005.
Así expusieron sus planteamientos en el Encuentro nacional Obrero que se realizo en la Ciudad de México a fines de abril, y lograron que se visibilizara su lucha, en un contexto anticapitalista.
Vino la represión en Atenco, y fue hasta el 20 de noviembre del 2006, que en las puertas de ingreso a la mina se concretó una segunda reunión entre La Otra Campaña y las viudas y familiares de Pasta de Conchos, reunión en la que participo el Subcomandante Insurgente Marcos. En esa reunión La Otra Campaña asumió las demandas de este movimiento, sumándose así a una serie de importantes batallas anticapitalistas, como la lucha por la libertad de las y los presos políticos, libertad y justicia para Atenco y Oaxaca, el apoyo a la resistencia en La Parota Guerrero, la lucha contra la Autopista Siglo XXI en Puebla-Morelos, el apoyo a los pueblos Cucapá y Kiliwa en Baja California, el apoyo a los braceros, a las y los trabajadores sexuales, entre otras luchas que muestran el rostro del sistema capitalista y las ruedas sobre las que se desplaza: explotación, despojo, represión y racismo. Así nació un compromiso.
De las organizaciones adherentes a La VI Declaración de la Selva Lacandona presentes en Coahuila, fueron el Partido de los Comunistas y la JCM las que desarrollaron un trabajo cotidiano en la región carbonífera acompañando las acciones y evaluando las posibilidades hasta que se tomo una decisión: si el monopolio y el gobierno se declaran incapaces de emprender el rescate, entonces nos corresponde efectuarlo de manera autónoma e independiente. Como en la organización hay muchos camaradas que trabajan en las ramas minero-metalúrgica y metal-mecánica se valoró con responsabilidad, sin aventurerismos, la posibilidad técnica, concluyendo que el rescate era posible.
Uno de los mitos más fuertes de la patronal y su personal de rescate era la gran presencia de gas. El 20 de noviembre del 2008 las viudas y familiares tomaron la mina y una comisión integrada por alguna de ellas bajaron al interior. En la comisión también estaba la compañera Cristina Martinez Pacheco de la JCM y Fernando Acosta Esquivel, Secretario General del Comité Central del Partido de los Comunistas. El mensaje fue muy claro, el PC se comprometía a fondo, arriesgando inclusive a sus principales cuadros. La incursión acompañada del material técnico necesario arrojo una conclusión: la empresa mintió; el rescate era posible.
Se lanzo entonces un llamado nacional al México de abajo y a la izquierda a apoyar financieramente el rescate. Desde Noviembre del 2008, hasta hoy, en todo México, la Juventud Comunista y los militantes del PC, hablamos cotidianamente con obreros, campesinos, estudiantes, amas de casa, trabajadores de la educación, recaudando en botes, peso a peso los recursos necesarios para tan justa y digna tarea.
El concurso del Sector de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y el Mar de La Otra Campaña ha sido fundamental; lo mismo el de la Unión Nacional de Organizaciones Populares de la Izquierda Independiente.
Han colaborado corrientes sindicales, sindicatos clasistas, trabajadores desorganizados.
Entre todo el México de abajo y a la izquierda se reunieron casi dos millones de pesos; un porcentaje importante fue de las finanzas propias del PC.
De Baja California a Chiapas, del pacifico al Golfo de México, en las ciudades y campos, en las universidades y calles cientos de miles nos dijeron que la causa era justa.
Siempre dejamos claro que no era un simple rescate humanitario, sino la evidencia para demostrar la contradicción fundamental de nuestra sociedad, la contradicción entre capital y trabajo. Planteando una convicción profunda, los accidentes laborales son crímenes del capitalismo contra los trabajadores, que son asesinados para acrecentar la explotación, la ganancia. Un mundo nuevo solo es posible sobre la base de la destrucción del capitalismo y sus relaciones sociales, solo es posible sobre la base del derrocamiento del sistema capitalista. Lo que requiere la unidad de clase y un programa que agrupe a todos los oprimidos y explotados. Se requiere de un combativo movimiento antimperialista, antimonopolista y anticapitalista.
Más el día 31 de julio irrumpió con violencia en la Mina la policía abriendo paso al grupo Signum, una empresa prestanombres del monopolio Grupo México que no se resigna a dejar de extraer el carbón que está calculado en un valor de 200 millones de USD.
La agresión policial fue tan vistosa que los medios no pudieron silenciarla sin embargo si ocultan lo que es de su interés.
a)Que el rescate autónomo e independiente, avanzado ya en un 70 % surge de las entrañas del pueblo frente a la incapacidad del Estado, por complicidad con los monopolios. Que la materialización demostrara las ilegalidades del Grupo México, las violaciones a la Ley Federal del Trabajo, y los intereses de la explotación cuya voracidad no se limita por la muerte de proletarios.
b)Que este rescate nació en La Otra Campaña y demuestra que los de abajo no necesitan para nada a los de arriba.
c)Que en Pasta de Conchos se enfrentan dos clases sociales, y que ese pequeño punto es una muestra de la contradicción entre capital/trabajo.
d)Que el Grupo México, propietario de Industrial Minera México es un monopolio, protegido por el Estado – a fin de cuentas el Estado está para proteger los intereses de los monopolios- que para continuar con sus jugosos negocios recurre a mascaradas como el Grupo Signum.
e)Que Signum es propiedad de Rogelio Montemayor Seguy, exgobernador de Coahuila, prominente diputado en la LIV legislatura del Congreso de la Unión, la que legitimo el fraude electoral del 88, es decir un hombre de Carlos Salinas de Gortari. Además Montemayor fue director de PEMEX y opero una serie de fraudes conocidos como el pemexgate, por lo cual quedo inhabilitado como funcionario público. Lo que muestra la fusión de clase política, monopolios y Estado.
f)Que ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, ni el PT, CD, PVEM tienen interés en la vida de los trabajadores; el desprecio para las viudas y familiares de Pasta de Conchos proviene de Felipe Calderón y López Obrador por igual.
Sobre todo los medios intentan ocultar la existencia de una alternativa comunista, del partido marxista-leninista que está presente en las luchas nacionales, con la clase obrera y los oprimidos.
Sin embargo los medios de comunicación no podrán parar al potente movimiento anticapitalista que gesta transformaciones profundas para la emancipación de los explotados y oprimidos.
Por ello quien busque comprender la realidad de México mal hace en tener como única fuente a los mass media, independientemente de cuan de “izquierda” parezcan. Hay que buscar más abajo y más a la izquierda, porque ahí, algo está por nacer.
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