El fotoperiodista retiró las cadenas que mantuvo 17 días consecutivos y aceptó el tratamiento médico para una rehabilitación en el Hospital General del Sur de la ciudad de Puebla
Foto Rafael García Otero |
ARTURO ALFARO GALÁN
Debido a su precario estado de salud, el fotoperiodista Irineo Mújica Arzate levantó este
día su huelga de hambre –iniciada hace 17 días en las afueras de la central migratoria del
Instituto Nacional de Migración (INM)– después de llegar a un acuerdo con las
autoridades federales, que incluyó la devolución de sus pertenencias y el cese temporal
para los agentes que lo agredieron en un operativo de retención de indocumentados en
el municipio de Soltepec. El comunicador, acompañado del fotógrafo Juan de Dios García Davish, fue trasladado
al Hospital General del Sur para realizarse una revisión médica, pues en varias ocasiones
sufrió desmayos provocados por la disminución en el índice de glucosa en la sangre; en
tanto, advirtió que no cesará de documentar las agresiones que sufren los i
ndocumentados centroamericanos durante su paso por México, por lo que regresará
a las vías del tren “a recopilar más historias que contar”. En tanto, la delegada del INM, Rocío Sánchez de la Vega Escalante, puntualizó que
esa dependencia le restituyó el daño con una cantidad de 9 mil 850 pesos –solicitados
por Mújica Arzate–, la reposición de un celular y dos memorias para la grabación de
video y fotografía, las cuales le fueron despojadas durante el operativo que se realizó
el pasado 16 de julio en Soltepec. Asimismo, señaló que los dos agentes que fueron suspendidos de sus funciones
operativas permanecerán a disposición del Ministerio Público de la Federación sin
goce de sueldo, con la intención de realizar las indagatorias correspondientes. “En
caso de que las autoridades comprueben la responsabilidad en las agresiones serán
dados de baja de forma definitiva, de lo contrario podrían volver a incorporarse a sus labores en la dependencia”, acotó. La delegada del INM acudió este lunes al campamento improvisado en la central
migratoria de la dependencia, donde se encontraba Irineo Mújica; ahí, le entregó al
comunicador un sobre con sus pertenencias y dinero en efectivo. En la diligencia,
que no duró más de 10 minutos, Sánchez de la Vega Escalante dio por terminado el
conflicto. En tanto, Mújica retiró las cadenas que mantuvo 17 días consecutivos y aceptó el
tratamiento médico para una rehabilitación, la cual tardará aproximadamente dos días
en el Hospital General del Sur de la ciudad de Puebla. Al respecto, Juan de Dios García Davish, acompañante de Mújica, apuntó: “nomás
agarramos aire, descansamos de todos estos días que han sido verdaderamente un
infierno y nos vamos a volver a subir al tema, porque no vamos a dejar de grabar
y documentar las atrocidades que pasan los migrantes centroamericanos durante su
paso por México”. De acuerdo con el expediente iniciado por la PGR, los hechos ocurrieron el pasado
16 de julio en la comunidad de San Antonio Xicotenco, en Soltepec, Puebla, en un
operativo de aseguramiento de migrantes centroamericanos donde Mújica Arzate
viajaba en el tren, y al darse cuenta del operativo empezó a filmarlo, lo que
ocasionó molestia en el personal del Instituto Nacional de Migración, que lo agredió
físicamente y le quitó la cámara de video y dinero en efectivo. Tras las agresiones, Irineo Mújica empezó –encadenado– una huelga de hambre en la
estación migratoria del Instituto Nacional de Migración para exigir la devolución
íntegra de su equipo de trabajo, lo cual sucedió 17 días después de iniciado el ayuno. |
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