Xtraido de Zapateando
TERRITORIO DE LA TRIBU YAQUI, PUEBLO DE VÍCAM, SONORA, MEXICO, CONTINENTE AMERICANO.
01 DE ABRIL DE 2011, 4to CONTI DE LA CUARESMA YAQUI.
Es para nosotros, nuestro pueblo un gran honor, el expresar la palabra verdadera, de los hombres verdaderos, de los que somos originarios de estas tierras áridas, donde el sol curte nuestra piel y descansa sobre nuestros hombros, los anhelos de justicia, de la lucha de nuestros ancestros y nuestros mayores.
En estos días de celebraciones del nuevo año de nuestro pueblo, donde el sincretismo de la cultura de misioneros y los principales, mayores y temastianes, amalgamaron el nacimiento, vida, pasión y muerte del creador, con el concepto de renovación espiritual, que equivale el fin de año e inicio de uno nuevo, con el broto de nuevas hojas, florecimiento de nuestra madre naturaleza, el orkon del medio de las relaciones de nuestra flora y de nuestra fauna.
En base a nuestras facultades, leyes y usos normativos internos nos permitimos expresar lo siguiente:
La región que conforma nuestro territorio Tradicional, se localiza en el cuadro formado por los paralelos 27o 10” y 27o 50” Latitud Norte y los meridianos 109o 55” y 110o 36” Longitud Oeste de Greenwich.
Según nuestra ascendencia como grupo étnico, se dice que formamos parte de la migración Nahua, establecidos en el Río Gila en el Siglo III y en el Siglo V, parte de la migración Tolteca aunque algunos investigadores dicen, cuando pasó la migración Tolteca, ya nos encontrábamos aquí en nuestra “TOSA”.
Nuestro lenguaje proviene del tronco común Yuto-Azteca, y nuestra lengua es el cahita. Nuestro nombre proviene del sonido que hacían nuestras aguas cuando bajaba de las montañas, por los zanjones que nuestra madre tierra abrió por nuestras tierras, hiriéndose así mismo para sus hijos, así nos llamo “u´u jia´me” (el que habla fuerte), nosotros nos consideramos hechos de tierra y agua, de barro, así cumplimos las profecías de Yaitowi (Varón justo y perfecto), otorgándonos el nombre del río que cruza, y ese es el derecho que tenemos a la tierra y el agua, cumpliendo las categorías universales de Esencia y fenómeno – tiempo y forma.
Tierra y agua, elementos vitales para nuestro pueblo, con el tiempo se convirtieron en un asunto conflictivo entre extraños y yaquis debido a la codicia que despierta su situación geográfica y topográfica.
Desde tiempo inmemorial nuestra Tribu Yaqui ha defendido su patrimonio y la guerra ha sido una grave vía y última salida para defender nuestro patrimonio natural desde Aniabalutec en 1593, quien trazó una raya con el arco y la flecha al Conquistador Nuño de Guzmán, al advertirle que si cruzaba esa línea sería hombre muerto, Juan Banderas en 1825, Cajeme y Tetabiate a finales del Siglo XIX hasta el alzamiento masivo de 1926- 1927 y miles de héroes anónimos nacidos y no nacidos, quienes yacen bajo el manto de piedras, espinas, arcilla y sangre de hermanos.
En 1937, veinte años después de la instauración del régimen constitucionalista y después de muchas promesas incumplidas por el gobierno, reinician las exigencias ante el presidente Gral. Lázaro Cárdenas para recuperar las tierras y aguas que nos fueron arrebatadas por la acción genocida del gobierno.
El común denominador en México desde la guerra de conquista, el periodo de la independencia-reforma, fue el enfrentamiento con los blancos, los criollos, al no corresponder a las demandas de nuestro pueblo, el reconocimiento a nuestro territorio, a nuestro gobierno, nuestra forma de gobernarnos y la concepción del universo y la vida. Indudablemente fue una etapa muy crítica para nuestra existencia como pueblo.
Fue en el periodo de gobierno de Porfirio Díaz, donde el enfrentamiento adquirió carácter de genocidio, al impulsar la política de apropiarse de nuestro patrimonio de origen tierra y agua, al concesionar a extranjeros e inversionistas privados, el derecho a la explotación y disfrute de nuestros recursos naturales, y para alcanzar esos objetivos, impulsó la política de aniquilamiento, destierro, deportación y venta como esclavos, muchas generaciones de nuestro pueblo truncaron su futuro, se acabó en derramamiento de sangre, la vía del crimen y el dolor fue la respuesta por defender nuestra nación; nuestros mayores, hombres mujeres, jóvenes y niños, donde las fuerzas armadas, los abuelos de los actuales neoliberales mexicanos llegaron a estrellar niños contra las rocas o arrojarlos al vacío en nuestras montañas.
Muchos de nuestros mayores y guerreros, participaron en la revolución mexicana con Madero, Carranza, Obregón, con la esperanza de lograr y hacer realidad de que se nos reconociera nuestras tierras y nuestras aguas; así construimos Sonora, así construimos México, así nos quieren destruir quitándonos nuestro patrimonio.
El régimen del dictador Porfirio Díaz, entregó nuestras tierras y aguas a empresas norteamericanas para su fraccionamiento y venta a particulares, atrayendo a colonizadores de distintas nacionalidades, despojando así a nuestro pueblo, sumiéndola en la más espantosa miseria.
El presidente Cárdenas contesta el 26 de Septiembre del mismo año y considerando justa la demanda, resolvió restituir a los yaquis 485=000=00=00 hectáreas aproximadamente (un tercio de nuestro territorio).
Es así que el 22 de octubre de 1940 se publica en el Diario Oficial de la Federación la resolución del Presidente de la Republica, Gral. Lázaro Cárdenas del Río, por la que se restituye y titula definidamente el territorio de la tribu yaqui del estado de sonora, quedando claramente definidos los derechos de nuestra tribu a la tierra y el agua, que sus puntos resolutivos relativos dice:
La comunidad indígena yaqui podrá disponer cada año agrícola hasta la mitad del caudal que se almacenara en la Presa de la Angostura, para fines de riego de sus propias tierras.
Las extracciones deberán corresponder a las necesidades agrícolas de su zona irrigable en la margen derecha del citado río, independientemente del aprovechamiento de las aguas no controladas en la presa La Angostura.
El derecho que se otorga a la comunidad indígena Yaqui de dichas aguas autoriza a los núcleos de poblaciones de la misma comunidad a disponer de las aguas que les corresponden a medida que las tierras de su propiedad que vayan abriendo al cultivo lo requieran”.
El Decreto Presidencial de 1940 reconoce como propiedad del pueblo yaqui la opción norte del valle del mismo nombre, la Sierra del Bacatete (brazo de la sierra Madre Occidental) y el valle de Agua Caliente.
El río yaqui, que nace en la sierra Madre Occidental en Chihuahua y se alimenta con numerosos arroyos que se forman en la parte baja de la sierra, atraviesa el valle para desembocar en el Golfo de California a la mitad del territorio yaqui. Hasta 1950, antes de la construcción de las grandes presas “El Oviachic” y “El novillo”, las aguas del río se desbordaban en verano e invierno, regaban y fertilizaban las tierras de cultivo a lo largo de su cauce, permitiendo el desarrollo de la agricultura y la ganadería, actividades económicas fundamentales en nuestra tribu desde siempre.
Actualmente el cauce se encuentra seco ya que sus aguas han sido represadas para alimentar el amplio sistema de irrigación del valle del yaqui, que debería sumar al menos 50,000 hectáreas de tierras aptas al cultivo en el territorio de nuestra tribu para satisfacer las necesidades de sobrevivencia de nuestra comunidad indígena y el territorio; pero no es así; lo que ha traído como consecuencia que miles de familias de nuestros hermanos indígenas yaquis se encuentren en situación de pobreza tal que nos ubica como una de las comunidades mas pobres del país. A pesar de que durante los años 1970-1976 dicha superficie fue desmontada y preparada para su explotación agrícola; en forma por demás ilegal e inmoral, el gobierno de la republica ordenó la ampliación del distrito del río yaqui para desviar agua hacia el valle del mayo abandonándonos a nuestra suerte con la tierra desmontada y lista.
Por nuestras tierras no ha pasado el tiempo; la pobreza y la marginación laceran a nuestra comunidad indígena, tal como ha sucedido durante más de quinientos años a partir de la colonización. La política económica que privilegia el capital sobre la fuerza de trabajo y las acciones de gobierno de los tres niveles en nuestro país federación, estado y municipio, han originado niveles no de pobreza extrema, sino de miseria extrema.
A pesar de que el General Lázaro Cárdenas, hace mas de setenta años ordenó la restitución de la tierra a nuestra tribu y dispuso se entregara la mitad del agua que se almacena en la Presa “La Angostura” mas las aguas no controladas por dicha presa, dicho ordenamiento no se ha cumplido a cabalidad y solo se nos sirve menos del diez por ciento, dejando sin explotar mas de 50 mil hectáreas que mucho ayudarían a mejorar los niveles de bienestar de nuestros hermanos indígenas yaquis. Tomando en consideración que en la fecha en que se expidió el decreto del Gral. Lázaro Cárdenas la presa “La Angostura” era la única presa que existía sobre el cauce del río yaqui, las aguas no controladas a que se refiere dicho ordenamiento, se embalsan ahora en las presas “El Novillo” y “El Oviachic”, lo que nos hace propietarios de la mitad de las aguas de la cuenca.
A pesar de todo lo anterior expresado, el actual gobierno del estado pretende sustraer y transferir importantes caudales de la cuenca con la proyectada construcción de un acueducto de la presa Plutarco Elías Calles “El Novillo”, aguas almacenadas en la cuenca del río yaqui, a la cuenca del río Sonora con la débil argumentación de que se satisfarán necesidades de agua de la ciudad de Hermosillo.
Decimos débil argumentación porque para cubrir dichas necesidades, en múltiples ocasiones hemos planteado a Guillermo Padrés Elías gobernador del estado de sonora; alternativas como reparación de la red agua potable en hermosillo, plantas de tratamiento, cultura del agua, rescate de posos explotados por acaparadores, rescate de caudales embalsados ilegalmente sobre el río sonora o construir una desalinizadora en el Golfo de California con la que se tendría un abasto permanente de agua para las ciudades de Empalme, Guaymas, San Carlos y Hermosillo, sin necesidad de tocar la cuenca y afectar sin remedio la producción de alimentos y todas las actividades económicas y de reproducción biológica que se generan en su entorno.
Ante la cerrazón del ejecutivo del estado y su obcecación por continuar con un proyecto que ha recibido el rechazo de toda la población del sur de Sonora y en especial de nuestra comunidad indígena apoyada por las tribus, pueblos y naciones representados en el Congreso Nacional Indígena.
Con el fin de no ser despojados una vez mas del agua que nos pertenece, promovimos ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 35 con sede en Ciudad Obregón, juicio agrario de restitución de aguas contra el Presidente de la República, el Gobernador del Estado, el Director General de la Comisión Nacional del Agua y el Vocal Ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua de Sonora y como tercero interesado el organismo de usuarios del Distrito de Riego del Río Yaqui por conducto de su representante legal; por el que reclamamos entre otras prestaciones el cumplimiento del mandato presidencial por lo que se otorga a favor de nuestra tribu la mitad del caudal del río yaqui. Solicitamos y el tribunal nos concedió medida precautoria cautelar urgente a efecto de tanto los demandados como el tercero interesado se abstengan de efectuar cualquier acción de hecho o derecho que modifique el estado actual que guarda la cuenca hasta en tanto se resuelva en definitiva el juicio. Acción de restitución de aguas y medida cautelar que haremos valer hasta sus últimas consecuencias para evitar ser despojados por enésima vez de nuestro patrimonio.
Anunciamos una vez mas, ante ustedes que aún cuando el empecinamiento, la sordera, el autoritarismo y la soberbia llevaran a su conclusión el acueducto “Independencia”, nuestro pueblo, en defensa del derecho legítimo que le asiste, jamás permitirá que se le despoje de ni un solo metro cúbico del agua que le pertenece.
Para nuestra tribu la sustracción de agua de la cuenca del río yaqui no solo representa un peligro real de disminución de la escasa superficie en aprovechamiento por virtud de la parcial entrega del agua para nuestras necesidades agrícolas; sino la imposibilidad de dar cumplimiento a lo ordenado por el presidente de la republica General Lázaro Cárdenas de recibir el 50 por ciento del caudal para ampliar la superficie agrícola en beneficio de nuestras familias indígenas y la garantía de flujos de agua que revitalicen nuestro río.
Hemos reiterado en múltiples ocasiones al Ejecutivo del Estado que la problemática del agua no se resolverá con el reparto voraz con fines de especulación comercial del escaso recurso, si no la producción de mas agua por fuentes alternas que garantizan disponibilidad a largo plazo, que sumen caudales mayores a los que tenemos abriendo así la posibilidad de integrar a la producción de alimentos una mayor superficie de los extensos valles que integran nuestro territorio. A los planteamientos por respuesta solo hemos recibido indiferencia.
Los días 20 y 21 de noviembre del 2010, se llevó acabo en el Pueblo de Vícam, Primera Cabecera de los Ocho Pueblos de la Tribu Yaqui, por convocatoria del Congreso Nacional Indígena, el Primer Foro en Defensa del Agua con la participación de representantes de los pueblos, tribus y naciones Purépecha, Nahua, Wixarika, Coca, Odham, Yaqui, Mayo-Yoreme, Mixteco, Triqui, Tzotzil y Otomí, junto con integrantes de la sociedad civil mexicana y observadores de diversos países de America, Asia y Europa, del que surgió la siguiente declaración con relación al tema que nos ocupa:
Se reconoce:
“1. EL AGUA, NUESTRA MEDRE Y NUESTRO PADRE, ES EL FUNDAMENTO, JUNTOCON LA TIERRA, EL CALOR Y EL AIRE, DE NUESTRAS VIDAS Y DE LA EXISTENCIA DE TODO LO QUE SE NACE Y LO QUE SE VIVE; Y POR LO TANTO NO ES UNA COSA QUE SE PUEDA VENDER Y COMPRAR COMO LO PRETENDE EL BRUTAL CAPITALISMO QUE ASESINA ALA MADRE TIERRA;
2. LA TIERRA, EL AGUA Y TODO LO QUE EN ELLAS SE NACE INTEGRAN LOS TERRITORIOS INMEMORIALES DE NUESTROS PUEBLOS, SIENDO INSEPARABLES ENTRE SÍ, AÚN CUANDO EL NEOLIBERALISMO, EN SU AFÁN DE GANANCIAS, BUSCA ROMPER LA TIERRA PARA FACILITAR LA APROPIACIÓN PRIVADA DE CADA UNO DE SUS ELEMENTOS CONVIRTIENDOLOS EN SIMPLES MERCANCÍAS;”
Por lo tanto se hizo el siguiente pronunciamiento:
“PRIMERO.- NOS OPONEMOS A LA CONSTRUCCIÓN DEL ACUEDUCTO DE LS PRESA DEL NOVILLO POR PARTE DELGOBIERNO FEDERAL, EL GOBIERNO DEL ESTADO Y EMPRESARIOS COMO CARLOS SLIM, MISMO QUE PRETENDE LLEVAR CASI LA TOTALIDAD DE LAS AGUAS DEL RÍO YAQUI AL MUNICIPIO DE HERMOSILLO PARA FAVORECER LOS INTERESES INMOBILIARIOS, TURÍSTICOS E INDUSTRIALES DEL GRAN CAPITAL; TODA VEZ QUE LA EJECUCIÓN DE DICHO PROYECTO DESPOJARÁ DE SUS AGUAS, SIN CONSULTA PREVIA A LA TRIBU YAQUI, ANULANDO SU AUTONOMÍA Y SU DERECHO HISTÓRICO SOBRE LA CUENCA DEL RÍO YAQUI, PROVOCANDO LA DESTRUCCION DE SU TERRITORIO Y EL EXTERMINIO DEFINITIVO DE LA TRIBU YAQUI, ASÍ COMO LA AFECTACIÓN PROFUNDA DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO EN EL SUR DE SONORA Y LA RUINA DE LOS AGRICULTORES DEL VALLE DEL YAQUI”.
Rechazamos enérgicamente que en la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad regional del proyecto “Acueducto Independencia” que tramita el Gobierno del Estado por conducto del Fondo de operación de Obras Sonora SI ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, bajo un ropaje supuestamente legal y técnico, se pretenda continuar engañando al pueblo sonorense diciendo en el fondo que la solución al problema del agua en Sonora es repartir la poca que hay quitándosela a unos para dársela a otros, incurriendo en el grave ocultamiento de que el plan Estatal de Desarrollo 2006-2012 del Estado de Sonora, de observancia obligatoria para el Ejecutivo del Estado, quedó claramente estipulado que para resolver el problema de escasez de agua en la ciudad capital del estado, se construiría una planta desalinizadora en la localización que mas conviniera para su operación.
Pero lo mas grave es que se cuiden aspectos de impacto ambiental como la conservación de flora y fauna silvestre y se trate con desprecio a las comunidades indígenas que tenemos la necesidad de subsistir con el aprovechamiento de nuestros recursos y se ponga en peligro nuestra sobrevivencia por lo que lo consideramos este como un asunto de seguridad para nuestra nación yaqui.
Dentro de los aspectos del impacto ambiental para nosotros es muy importante que se considere que los seres vivos no únicamente son los vegetales y los animales, sino también somos los seres humanos que cohabitamos y existimos en cualquier medio natural de nuestra madre tierra. Por ello es importante considerar el impacto que tienen obras de esta magnitud no solamente en el daño directo que causarían en las áreas por donde se construirían, sino los daños que también se causan, en este caso a nuestra comunidad por que esta se localiza directamente aguas debajo de la cuenca donde se pretende construir el acueducto, porque afectaría agrandes sectores y masas sociales y dentro de ellas a nuestro pueblo indígena por lo que es necesario recordar que somos los pueblos indígenas quienes durante miles de años hemos mantenido el equilibrio natural de nuestra madre tierra y hemos obedecido las leyes naturales para mantener el equilibrio y el medio ambiente sano de este planeta.
Muy ruin seria que en las afectaciones de esta obra no se considere el daño directo que se causaría a nuestra comunidad indígena y no se considera como una cuestión de impacto ambiental destruir las generaciones milenarias de nuestros pueblos.
Por eso y mas en este oasis de solidaridad, que irriga a todos los rincones del mundo, decimos el agua ha sido un recurso de dominio público en mas de 2000 años, cederla a entidades privadas nos parece moralmente incorrecto, como peligrosamente criminal, poner a disposición del mercado la molécula que es patrimonio de la humanidad, en manos de los especuladores de ese mercado que no le preocupan los derechos humanos no le preocupa el medio ambiente, lo único que les preocupa son las ganancias, bajo la premisa fundamental de administrar y especular con la escasez de una mercancía.
Reciban un saludo fraternal y caluroso de los gobernadores yaquis, los pueblos mayores, los pueblos basarios, los capitanes los comandantes, los sargentos, los cabos, los alfereses, los tampareos y la fe incansable de su pueblo la tropa yoremia.
Ahora y siempre.
La lucha por la autonomía y la autodeterminación son principios irrenunciables de la Tribu Yaqui.
¡¡¡Nunca más un México sin nosotros!!!
Pueblo de Vícam, Sonora. A 01 de Abril de 2011
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