Tras largos días de bloqueo y manifestaciones, el viernes 22 de octubre, el Senado francés aprobó por mayoría la reforma de las jubilaciones propuesta por el gobierno de Nicolas Sarkozy. Así se cierra el ciclo institucional que condena a los trabajadores de Francia a jubilarse hasta los 62 años, tener 67 y cotizar 41 años y 4 meses para cobrar una pensión completa. El miércoles 27 de octubre el proyecto regresa para una última aprobación de trámite por parte de los diputados.
La estrategia de los sindicatos ha sido la de tratar de endurecer el bloqueo de los depósitos de combustibles y los puertos de distribución y seguir organizando jornadas nacionales de manifestaciones, a fin de presionar para que sea retirada la reforma de las jubilaciones. En los días previos a la decisión senatorial, los huelguistas comenzaron a bloquear importantes vías de comunicación como sucedió en Le Havre donde bloquearon una autopista y en Marsella, donde cerraron momentáneamente el aeropuerto.
En un comunicado del 21 de octubre, seis centrales sindicales convocaron a nuevas jornadas nacionales para los días jueves 28 de octubre y el sábado 6 de noviembre, buscando dar continuidad a la protesta. La segunda fecha coincide con la eventual promulgación de la reforma por parte del presidente. De cara a las próximas jornadas de lucha, la Union Sindical Solidaires, uno de los sindicatos más combativos que estimula la extensión de las huelgas, afirma: “La huelga sigue. Al mismo tiempo, las acciones interprofesionales unitarias se multiplican a escala local, con concentraciones, manifestaciones “salvajes”, bloqueos (de zonas industriales, de depósitos petroleros, de aeropuertos, de estaciones de ferrocarriles o de buses, de casetas de autopistas…). Solidaires y sus sindicatos se integran totalmente en tales acciones decididas en el mismo terreno. Ampliemos, en el conjunto del territorio, las iniciativas unitarias grandes y pequeñas dirigidas contra los intereses de nuestros dirigentes y de la patronal, y que tanto alientan a l@s asalariad@s que ya están en huelga. ¡Hace falta que la cosa se mueva en todas partes!
La aprobación de la reforma en el Senado apuesta por el apaciguamiento de las movilizaciones, dado que el país entra en las vacaciones de todos los santos, lo que paralizará la participación de los estudiantes y crearía tensiones entre huelguistas y vacacionistas. Si las vacaciones no bastan a apagar el fuego, el gobierno echará mano de la represión como lo ha venido mostrando al desbloquear una y otra vez los depósitos de combustibles. El viernes 22 la gendarmería levantó los bloqueos en la refinería de Grandpuits a 54 km de París, resultando golpeadas 3 personas.
La historia continúa…
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