Luis Miguel Ipiña es un preso
político vasco-mexicano que ha vivido tranquilamente en México
durante 29 años. El pasado 22 de mayo fue detenido
arbitrariamente en Ecatepec y encarcelado en la prisión de
Chiconautla en el Estado de México, donde se encuentra
actualmente.
En una charla convocada por Euskal
Herriaren Lagunak-México en el Multiforo Cultural Alicia el
miércoles 21 de septiembre, su caso fue abordado por su abogado
Leonel Rivero y dos personas que han vivido la prisión política
en carne propia: Gloria Arenas, ex integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente, e Ignacio del Valle del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco.
Gloria Arenas contó que antes de
que ella y su compañero Jacobo Silva Nogales pasaran toda
una década en prisión, Jacobo estaba caminando un día en Chilpancingo y le llamó la atención un libro: Un mexicano en
Euskadi. Lo leyó y lo encontró muy valioso pero no se acordó del
nombre del autor. “Ahora –dice Gloria—se acordó que era Luis
Miguel Ipiña”.
Sin lugar a dudas este libro y
otros escritos suyos, incluyendo su segundo libro,
Exiliados Vascos, son unas de las mejores fuentes para conocer
al legendario luchador social. En su blog, dice: “Mi nombre es
Luis Miguel Ipiña y me es grato saludar a todo aquel que
desee informarse sobre la lucha de mi pueblo por su libertad. A
los enemigos de mi país y míos propios, tan sólo me queda recordarles que la sin razón no los lleva a ningún sitio y que tarde o temprano la justicia y la razón se impondrán para que al fin los vascos podamos tener una patria libre y soberana como nos
corresponde…”
Las varias entradas en su blog
revelan un hombre íntegro que conoce “todo tipo de agresiones,
tanto por policías mexicanos como por la propia policía española
que ilegalmente actúa en México”. Le duele cada detención, cada
encarcelamiento, cada deportación de un compañero o compañera
(son 26 los ciudadanos vascos expulsados de México desde 1994, el
último siendo Juan Carlos Recarte, el 29 de noviembre de 2010). Y
le da alegría y orgullo cada noticia de un compatriota que salga
libre y dispuesto a seguir luchando. http://luismiguelipina. blogspot.com
Afirma Leonel Rivero que en la
detención de Luis Miguel Ipiña, acusado del delito de terrorismo y
acopio de armos, hubo más irregularidades que en la de Hank
Rhon. Dice que el cateo ilegal y otras torpezas de la PGR están
siendo cuestionados y que la defensa ha echado abajo todas las
acusaciones. Está claro que la detención no fue circunstancial,
sino el producto de una investigación iniciada en julio del 2010
por la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo,
Acopio y Tráfico de Armas, de la Subprocuraduría de Investigación
Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
La defensa espera que Luis Miguel Ipiña esté puesto en libertad muy pronto, pero le preocupa el contubernio entre el gobierno español y el gobierno mexicano
para seguir con la persecución de la comunidad vasca en México. La SIEDO investiga a los ciudadanos vascos independentistas para
acusarlos de los delitoscomo terrorismo, terrorismo internacional y
delincuencia organizada, mientras el gobierno mexicano permite que
la guardia civil española opere a sus anchas en el país.
De preocupación particular es que, de la misma manera en que los datos supuestamente encontrados en la famoso laptop en Sucumbios fueron citados para incriminar a Miguel Ángel Beltrán, lo mismo podría pasar con la manipulación de datos encontrados en los discos duros de Juan Carlos Recarte para realizar más detenciones.
Al estar en el penal de Chiconautla, Luis Miguel Ipiña denunció públicamente las condiciones que todos los presos enfrentan: compartir celda con 52 personas más en un espacio diseñado para 12 personas; dormir en el suelo o encima de una tabla; estar de pie todo el tiempo que no están en el patio; conseguir sus propios cubiertos o, si no, recibir la comida en las manos; pagar para usar el teléfono o recibir visitas, etc. Naturalmente las condiciones de Luis Miguel ahora son peores que nunca después de haber hecho la denuncia.
Afirma Ignacio del Valle que
“el compa Luis entró en el penal con una convicción. No es un pobrecito. Entró fuerte y va a salir más fuerte. Tal vez lo que más
le preocupe es que guardemos silencio, no por él sino por los motivos de su lucha”.
Dice Nacho que cuando él
entró en el penal de máxima seguridad del Altiplano su mayor
preocupación fue que esto no desviara la lucha. Al vivir las primeras torturas llevadas a cabo por policías especializadas ––estar interrogado desnudo con perros en la cara, recibir un sinfín de golpes, tener los brazos dislocados por ser torcidos tan fuerte, escuchar lo que le iban a hacer a su familia, a sus hijos, a
sus nietos frente a él –– sabía que el propósito fue el
escarmiento a toda la gente que levantara la voz. “ Te colocan en
una especie de precipicio sin nada conque sostenerse. El propósito
es destruirte espiritualmente…. Pero llega el punto donde la
humillación ya no funciona, el dolor ya no existe”. Afirma que “la
rabia es indecible pero te da fuerza cuando hay consciencia, cuando
hay causa…Logran lo que quieren con tu físico pero con tu
consciencia, no”.
Gloria Arenas, quien fue encarcelada en Chiconautla, afirma que desnudan y humillan a las presas cuando entran en el penal para que queden indefensas, para destruir su capacidad de resistir. Dice que cuando las mujeres iban
al servicio médico, pasaron por la sección de los hombres y con
frecuencia vieron las caras rotas y una vez escucharon cuando los
guardias mataron a un preso. Vieron la tortura donde se carga de
electricidad al agua y ponen la cabeza de alguien en la cubeta.
Pero también dice que una
presa política sabe que es posible cambiar la situación. Hay
muchas cosas que se pueden hacer: fundar una biblioteca; organizar
una obra de teatro o grupos de lectura, bailes, deportes;
escribir; ser la voz de muchos; decir lo que los otros presos o
presas no pueden.
También dice que todos los presos políticos esperan que su lucha no sea en vano y que hay muchas cosas que podemos hacer para apoyar a Luis: visitarlo; llevarle comida, dinero, ropa, libros, pluma, lápiz, herramientas; apoyar la lucha jurídica, leer sus escritos. “Si sabemos más del pueblo vasco, no está en vano que él esté preso…No va a salir derrotado por la prisión. Puede salir con mucho ánimo y con la satisfacción de haber hecho algo”.
1 comentarios:
animo luis el curro esta contigo
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