Las ideas nunca mueren
Por Erick Benítez
Martínez
Enla
Rotonda de los Hombres Ilustres del panteón de Dolores yace una
tumba significativa.
En
Está rodeada de tumbas en honor a poetas, escritores,
militares, etc. Todas las demás sepulturas son bustos y tumbas por estilo.
Adornos lujosos que los muertos no pueden ya contemplar, pero con los cuales se
les honra.
La tumba a la que nos referimos es más modesta: es una
tumba común, una lápida proletaria. Una lápida pobre y humilde como fue siempre
quien ahora yace bajo ella: Ricardo Flores Magón.
Esta lápida en cuyo epitafio se lee “¡Tierra y libertad!”
recibió el día 21 de noviembre la presencia de un puñado de anarquistas que
acudieron a realizar un miting luctuoso en la tumba de quien en vida fuera uno
de los más significativos anarquistas de México.
Este puñado de ácratas, cuyos ideales anarquistas les
empujan a trabajar en pro de la construcción de la sociedad anarquista por la
que luchara Ricardo Flores Magón, fueron suficientes para impedir que una
centena de personajes entre los que se encontraban líderes de sindicatos
vendeobreros, familiares estatistas de Ricardo y representantes de asociaciones
civiles patrióticas realizaran su ya gastado circo democrático en la tumba de
nuestro Ricardo.
Serían las 10 de la mañana cuando una enorme bandera
negra se desplegaba ante la tumba de Ricardo Flores Magón, cuya lápida era
custodiada por un pequeño grupo de anarquistas que, agitando banderas
rojinegras, impidieron que los estatistas se acercaran a realizar su acto en la
tumba de nuestro compañero.
Por supuesto, no podía faltar el hecho de que la policía
estuviera presenten en el acto, vigilando por la seguridad de aquellos que cada
21 de noviembre acuden a distorsionar la memoria del anarquista
mexicano.
Tuvieron que realizar su acto a metros de la lápida del
anarquista, en pleno sol.
Aquellos que por ser burgueses (que había y en cantidad
suficiente), líderes de sindicatos charros y otros de la misma calaña nunca se
han quemado la frente bajo el sol en el trabajo, tuvieron que soportar el calor
que quema la piel curtida de los pobres y explotados, de los cuales obtienen los
impuestos para pagarse una vida de lujos y execrables
banalidades.
Honores militares, señoras encopetadas, joyas, señores
trajeados de negro semejando cuervos… nada faltaba en este circo de quienes
desde el Estado pretendían homenajear a quien fuera el peor enemigo de su
institución.
Inició el acto oficial con el himno nacional mexicano, a
cuyo acto los anarquistas dimos la espalda a una bandera, una nación y una
patria que no reconocemos.
Lo que más puede resaltarse es el discurso del miembro de
la familia Magón (Augusto Ponce Coronado), quien al momento que se le presentaba
en micrófono no se levantó siquiera de su silla, pues escribía frenéticamente en
una hoja de papel. Dicha hoja era su discurso que iba a dar: lo modificaba
porque la presencia de los anarquistas resguardando la tumba del rebelde
anarquista, obligaba a modificar un discurso que seguramente no hubiera sido el
mismo de no estar nosotros ahí.
Fustigó, criticó, lanzó potentes palabras a los que
representaban sindicatos al servicio de la patronal, asociaciones civiles, etc.,
quienes no sabían dónde esconderse debido a las acertadas y afiladas palabras
del orador que les llamó en su cara “nido de ladrones” “usurpadores” “traidores
a la revolución”, reconociendo a la vez la valía que tenía el que anarquistas
hubieran impedido la realización del acto oficial en la tumba de
Ricardo.
Desgraciadamente poco favor hace el señor Augusto Ponce
Coronado a la memoria de Ricardo cuando se presenta acompañado de personajes tan
oscuros como los que le acompañaban.
Para concluir el acto oficial se acercaron el ahora
sobrino nieto de Ricardo Flores Magón y otro personaje a la tumba a tomarse la
foto del recuerdo. Pues para ellos las ideas de Ricardo son sólo un recuerdo por
el que ellos no luchan, sino que antes bien traicionan participando en el
gobierno.
Por supuesto, la foto se la tomaron rodeados de banderas
rojinegras que, para molestia de los fotógrafos oficiales salían en todas las
fotos.
El acto de tomarse la foto no fue menor, toda vez que
trajo consigo palabras que se decían y se contestaban:
Ellos- Vándalos.
Nosotros- Burgueses.
Ellos - Delincuentes.
Nosotros- Ladrones, asesinos, déspotas,
tiranos.
El acto concluyó con la retirada de los cuerpos de
honores militares, burgueses, representantes de organizaciones estatistas, para
dejar la tumba de Magón descansar en paz por lo menos un año más.
A los pocos momentos acudieron compañeros de las
comunidades oaxaqueñas de Chilchotla y Eloxochitlan (Tierra natal del anarquista
mexicano) a recordar a Ricardo Flores Magón.
A ellos, a nosotros, a los indígenas, a los explotados, a
los pobres, a los anarquistas, a los excluidos del banquete social, es a quienes
corresponde recordar la memoria del anarquista Ricardo Flores Magón; los
llamados a continuar su obra, los llamados a la lucha, los herederos de la lucha
de nuestros compañeros del PLM.
Las gruesas paredes de la lápida que guarda celosa sus
restos y las gruesas convicciones de los anarquistas asistentes, han impedido
por hoy que el cochambre gubernamental manche la memoria de nuestro
compañero.
Pero ni estas paredes ni ninguna otra han sido ni serán
suficientes para encerrar las ideas anarquistas de quien dio su vida entera por
la libertad.
Esas ideas continúan vivas, vigentes y han sido
inspiración para toda una generación anarquista que continúa la lucha por el
comunismo anarquista por el que luchara nuestro compañero
Ricardo.
Fuera de los museos, las academias, de las calles,
escuelas y asociaciones con el nombre de Ricardo Flores Magón, sus ideas
continúan en lucha contra los nuevos porfiristas que, hoy como ayer, continúan
la explotación sobre el pueblo trabajador.
Las ideas anarquistas de nuestro hermano Ricardo no
pertenecieron ni pertenecerán nunca a las alturas del poder; sino a los
hambrientos y explotados, a cuyo lado creció y murió Ricardo Flores
Magón.
A 89 años del asesinato cobarde a manos del imperio
Yanqui de Ricardo Flores Magón, los anarquistas brindan a su compañero el mejor
de los homenajes: continuar la lucha por el anarquismo.
Salud y revolución social.
México DF, a 22 de noviembre del 2011.
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